Vestimenta cristiana en el matrimonio

Muchas veces se ha debatido sobre la vestimenta de la mujer y el hombre y hasta que punto estas pueden llegar a mostrarse llamativas o atractivas. Algunas posturas muy conservadoras enseñan que la vestimenta no debe ser demasiado reluciente porque puede caerse en pecado de orgullo o de vanidad.

Creo que es un punto muy difícil de afirmar si nos basamos únicamente en ese aspecto. Nosotros mismos en este blog hemos indicado muchas veces que no estamos de acuerdo con algunos tipos de prendas, pero debemos tener mucho cuidado de pensar que con esto nos referimos a ocultar la belleza, la comodidad sana o crear algún tipo de conducta dogmática, ya que esto es un error.

Como hijos de Dios que pertenecemos a una sociedad moderna, debemos en algunos casos ser lo suficientemente maduros como para discernir algunos escenarios en donde la vestimenta debe ser empática con el medio. Creo que se gana mas a un joven vistiendo con ropa juvenil (Sin caer en extravagancias o vulgaridad) porque en cierta manera esto ayuda a crear cercanía y a no hacer que el otro se sienta condenado o amenazado. Después de todo, a nadie le gusta que le impongan las cosas, ni siquiera Jesús lo hizo. El evangelio debe ser presentado, no impuesto.

El dogma que destruye matrimonios

En este sentido, y centrándonos en el tema en cuestión, he visto muchos casos de parejas que en su comienzo solían arreglarse el uno para el otro. La esposa o novia cuidaba de su aspecto, se arreglaba, seleccionaba las mejores prendas para agradar a su amado. Así mismo el hombre se perfumaba, cuidaba su aspecto físico, su cabello, etc. Pero en algún momento determinado influidos por la religiosidad o por las «normas eclesiásticas» dejaron de hacerlo, haciendo que la atracción del uno por el otro poco a poco fuera menguando.

El dogma que destruye matrimonios

Muchos quizás dirán llegado a este punto que el amor no toma en cuenta estos detalles, que mira el corazón por encima de las apariencias, y estoy de acuerdo. Pero una cosa es una aceptación voluntaria de ambos y otra es que uno solo o ambos dejen de invertir en cuidarse o embellecerse para el otro.

Hace un tiempo vi el caso de un pastor que cayendo en la religiosidad comenzó a exigirle a su esposa una forma de vestirse muy conservadora, prohibiéndole cremas, perfumes y algunos tipos de vestuario. Este pastor convirtió a su mujer en una persona que no le atraía de ninguna manera, no fue la mujer con la que se caso, sino una modificación rígida producto del capricho y la religiosidad. Con el tiempo este individuo termino cayendo en infidelidad con otras mujeres de la congregación mas jóvenes y que si se solían arreglar.

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Ahora pregunto: ¿Había necesidad de llegar en esto? ¿Para Dios era mas importante cuidar la vestimenta que conservar el matrimonio, la familia unidad? ¿Hasta donde puede llegar la religiosidad a destruir principios básicos?

Pablo nos advierte en 1 Timoteo 3 que para que un hombre sea apto para el ministerio debe tener una «familia» de testimonio, pero esto no se refiere un capataz con látigo golpeando con leyes y normas que no están escritas en la Palabra y que en vez de edificar lo que terminan es creando fracturas y hasta desprecio entre las partes.

Vestimenta cristiana cuando tienes pareja no creyente

Hoy en día son muchas las mujeres cristianas con parejas inconversas que comenten este error, ciertamente, como mujer estas llamada a vivir diferente y a quitar algunas costumbres, pero esto no significa que elimines de tu vida la capacidad de verte hermosa para tu esposo. Actualmente existen muchos tipos de prendas que van muy bien con el estilo de cada mujer y mantienen el decoro.

Sin embargo, algunas hijas de Dios dejándose llevar por personas, llegan a añadir yugos a su vida que Jesús nunca les exigió ocasionando que sus esposos o en el caso de los hombres, esposas; se vayan desencantando.

Dios en su Palabra siempre nos ayudara a saber los limites que tenemos y hasta donde podemos llegar con la ayuda de su Espíritu. El conoce nuestras necesidades y sabe cada una de nuestras preocupaciones, especialmente en la familia, por lo que si oramos a El, siempre nos guiara adecuadamente, paso a paso para ganar gracia en Dios sin cometer este tipo de errores.

Incluso existen parejas cristianas que hoy en día necesitan con urgencia renovar su vida en este sentido, especialmente en la intimidad, cuando están dentro de su hogar, en el lugar secreto, donde muchas veces se pierde ese primer amor tan importante.

Todas las parejas deben ser como novios, renovándose constantemente, pero no para que otros lo vean, sino para que tu pareja lo vea, porque eres un hijo de Dios y entiendes que la familia, especialmente el matrimonio después de Dios es lo mas importante.

Miguel Ortiz
Miguel Ortiz

7 comentarios

  1. ¡El matrimonio es sagrado! ¡Vistámonos con modestia y amor como Dios manda! 1 Pedro 3:3-4. ¡Amar a tu pareja no creyente con respeto y fe! 2 Corintios 6:14. ¡Gloria a Dios! 🙏🏼

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